Hemos pasado tres semanas en Corea. Ha sido un viaje
fantástico, hemos visto muchas cosas y lo hemos pasado fenomenal. Seúl y Busan
unas ciudades modernas y muy agradables para callejear. Bonitos palacios,
mercados callejeros, y la gente increíblemente amable, siempre dispuesta a
ayudarnos, contando siempre con el móvil, que ahora resuelve cualquier
contratiempo. Recuerdo la primera visita a Japón, en agosto de 2007: era muy
difícil callejear porque los rótulos de los nombres de las calles eran escasos,
y cuando los había estaban mezclados con Kanjis, punto donde no alcanzaba mi
nivel básico de japonés. No teníamos móvil con GPS, y había que preguntar a la
gente que apenas hablaba inglés, por la calle. Nada fácil.
En Corea, si no entendíamos el menú de los restaurantes más
típicos, los dueños y/o camareros nos lo intentaban traducir a través del
Google Translator, increíblemente útil.
La isla de Jeju muy tranquila, bonita y fácil de manejar.
Las tiendas de Line Friends y de Cacao Firends todo un descubrimiento. Nuestras
nuevas deportivas Reebook de Line una increíble fricada… ¡en fin! Todo fácil e
interesante.
Como siempre en mis viajes, siempre vuelvo con algún álbum
ilustrado, que con tiempo, despacito, consigo traducir. En este caso sólo han
sido cuatro, por un problema básicamente de espacio, aunque también es cierto
que no encontré ninguna maravilla que me haya quedado con ganas de meter en mi
mochila.
El
primero que he traducido, y del que voy a hablar en esta entrada lo
compré en una de las librerías de la cadena IP-Books, que encontré repartidas
tanto por Seúl como por Busan. Son unas librerías muy grandes, de varias
plantas, con multitud de libros especializados y una interesante sección de
papelería.
¡Hey Gorila, ayúdame!, escrito por
Park Jong-Jin e ilustrado por Lee Hye-Young es un libro bonito, de pasta dura,
papel de calidad y unas ilustraciones limpias y luminosas llenas de color.
Trata de un mono y un gorila que no le tiene al primero mucha simpatía. El mono
pide ayuda al gorila con frecuencia, y el gorila se la presta a regañadientes,
aunque al final termina reconociendo que ayudarle ha estado bien y se siente
por ello mucho mejor. También el mono reconoce la ayuda que el gorila le ha
proporcionado, y acaban comiendo juntos y siendo amigos.
Este libro me llamó la atención por lo
llamativo de su portada: es para primeros lectores y tiene un texto cortito. La
elección de los personajes, el color, y la sencillez de la historia me
cautivaron a primera vista.